El número de El País del 26 de febrero fue vetado por las autoridades marroquíes debido a que contenía declaraciones difamatorias que "atentaban contra la imagen de su Majestad y las instituciones del país". El artículo en cuestión contenía extractos de un libro escrito por Catherine Graciet y Eric Laurent, titulado "Le Roi predateur" (El Rey predador), que informa del enriquecimiento del rey Mohammed VI, cuya fortuna se habría dupplicado en los últimos cinco años, según los autores.
A este veto se une la represión en la red que han tomado las autoridades marroquíes contra dos netciudadanos, Walid Bahomane y Abdelsamad Haydour, condenados por haberlas utilizado para hacer críticas al rey.
La organización Reporteros sin Fronteras muestra su preocupación por esta medidas y señala que "sin libertad de informar, los esfuerzos de democratización emprendidos recientemente no tedrán efecto". Desde su web hacen un llamamiento a las autoridades marroquíes para que apliquen en el área de la prensa el mismo espíritu de apertura que en el ámbito político. En este último, el país ha emprendido reformas reflejadas en el referemdum constitucional del 1 de julio de 2011 y en las elecciones legislativas del 25 de noviembre pasado.
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