Siempre igual, ahora se centra el debate en el burka y se dejan de lado otras cuestiones mucho más...relevantes. Siempre buscando las diferencias y lo que hace más "sangre". Sacando a colación los integrismos para seguir alimentando esa percepción negativa, ya casi ancestral, que toma la parte por el todo en lo que al Islam se refiere. Y claro... al final la culpa de todas nuestras contradicciones es siempre del otro/a y la "lucha" está servida. Nadie defiende los fundamentalismos, eso está claro, por eso fastidia que lo utilicen y generen debate confuso en torno al tema...El desvelo de los imanes.
¿Qué opinas tú?
¿Qué opinas tú?
Tampoco se habla de la clausura de las monjas católicas o del velo que cubre las cabezas de las religiosas (quizás porque deja ver el rostro). No hace mucho tiempo, en España, las mujeres vivían una realidad algo parecida a la que viven las mujeres de otras religiones y, de pronto, hemos evolucionado casi cuatro siglos, lo que nos permite pontificar sobre la libertad de las mujeres que practican religiones diferentes a las nuestras.
ResponderEliminarEste carácter "abierto y democrático" nos lleva a las raíces más profundas de ese españolismo castizo que izamos con orgullo cuando se trata de "los otros o de las otras": el quijotismo y el cruzado que en el siglo XXI siguen vigentes y son enarbolados por ciertas ideologías conservadoras que saben perfectamente que estos valores calan en el pueblo llano.
Sin embargo, nuestros quijotes y cruzados maman de esa ideología cuasi medieval que durante el franquismo postergó a la mujer al ámbito estrictamente privado y sólo le permitía el lucimiento público en eventos generalmente religiosos y debidamente vestidas y comportadas.
Por suerte, esta ideología parece que va siendo superada en la actualidad, aunque aún sigue dando sus últimos coletazos (¡¡y qué coletazos, pardiez!!) como demuestran las cifras de maltrato, por ejemplo. Pero a nuestra clase política y a nuestra masa social, esto le parece "normal". Lo peligroso sigue siendo la diferencia de ideología o de opinión: el ancestral miedo a lo desconocido y la oposición a admitirlo o conocerlo "por si las moscas".
El burka o el velo islámico nos son el problema. El problema es el de siempre: las minorías, la opresión, lo diferente/divergente o, ahora, la identificación del inmigrante con las causas de todos nuestros males, con el mismísimo diablo.